Un dragón fuerte necesita un heredero fuerte.

Viniendo de un hogar roto, el mayor sueño de Adrian en la vida siempre ha sido el de encontrar un amoroso compañero y comenzar una familia propia. Pero cuando su novio lo deja, empieza a pensar que eso nunca va a suceder. Peor aún, tiene que mudarse con su hermano para evitar vivir en la calle, y el prejuicio prevaleciente contra los hombres con capacidad de tener niños le impide encontrar un trabajo propio.

Está a punto de abandonar toda esperanza cuando encuentra una oferta de trabajo en el periódico que busca de alguien para producir un heredero para un rico cambiaformas dragón. Tener un bebé con un

extraño, incluso si es enigmático y caliente como el infierno, no es su definición de felicidad, pero cuando se encuentra enamorándose del dragón, comienza a tener de nuevo esperanza.

Si sólo no fuera por la competencia...

Gracias a "El dedo de Iphi"


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