Dada por muerta en los campos de Oregon, una joven desafía todos los peligros y sobrevive, pero se despierta sin tener ni idea de quien es o que es lo que le ha pasado. Negándose a responder al nombre de "Jane Doe" por un día más, se nombra a sí misma "Water" por la pequeña y oculta marca que tiene en el cuerpo, la única pista de su pasado.

Acogida por la anciana Ginny Fitzgerald, una señora cascarrabias pero amable que vive en una granja de caballos cercana, Water empieza lentamente a construirse una nueva vida. Pero en su intento por reconstruir los fugaces pedazos de su memoria, surgen más preguntas: ¿quién es el vecino de al lado, que en silencio trabaja duro bajo el capó de su Barracuda? ¿Por qué Ginny no le deja poner un pie en su propiedad? ¿Y por qué Water siente que lo conoce?

Jesse Welles no sabe cuánto tiempo pasará antes de que Water recupere la memoria. Por el bien de ella, espera que la respuesta sea nunca. Sabe que va a estar mucho más segura, y más feliz, así. Y es por eso que, aunque le resulte difícil, tiene que mantener las distancias. Porque acercarse demasiado podría llenarla con realidades que es mejor dejar enterradas.

El problema es que el agua siempre parece encontrar al camino a la superficie...

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