Leigh Everett ha pasado los últimos años esquivando los encantos seductores de Asher Hunt. La forma en que su intensa mirada la busca a través de una habitación deja un hormigueo en erupción en lugares que nunca antes habían erupcionado, por lo que ahora está decidida a evitar otro baile con el diablo. Hasta el fin de semana de Halloween.

Asher es un hombre centrado en sus objetivos, y desde la noche en la que compartieron un solo beso en la boda de su hermano, su objetivo ha sido singular: conseguir a la pequeña Leigh Everett. Pero con una diferencia de edad más amplia que la Gran Muralla China y la mirada dominante de su hermano siempre observando, Leigh podría tener un cartel de "no tocar" colgando de su cuello.

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