Todos necesitamos un héroe ... que empiecen los santos de Denver

Orlando Frederick sabe lo que es ser nivelado por el dolor. En lugar de centrarse en los suyos, se propuso ayudar a los demás: estrellas del deporte, veteranos de guerra heridos, sobrevivientes de todo tipo. Pero cuando Dom, un policía robusto, dañado y pecaminosamente atractivo, se abre camino en la práctica de la terapia física de Lando, podría ser el mayor desafío hasta el momento. Lando amaba a un hombre terco antes y apenas sobrevivió a las consecuencias. No está seguro de poder hacerlo de nuevo.

Dominic Voss es un protector. La placa de policía que usa no solo es su trabajo, es su identidad, por lo que cuando está fuera por una lesión, lo único que le importa es volver a la fuerza. Él espera que Lando arregle su cuerpo, simplemente no se da cuenta de que el entrenador también lo tendrá trabajando mucho más. Mientras la atracción brilla y brilla, Dom ve que Lando necesita repararse por sí mismo ... si solo el hombre lo deja acercarse lo suficiente para reparar lo que está roto.